- resistencias: en ellas se consume energía y se realiza trabajo (una estufa que caliente, un ventilador que gira, ...).
- condensadores: en ellos se almacena dinámicamente energía eléctrica siguiendo un proceso periódico de carga y descarga. Su presencia dota al circuito de la tendencia de que su corriente eléctrica esté atrasada respecto al voltaje de entrada. Así, vemos como la forma de onda la corriente eléctrica (I, en rojo) parece ir por detrás de la del voltaje de entrada (V, en azul). Esto es algo que vemos que es propio de cierto tipo de personas también; las que tardan en reaccionar, una mente que va por detrás de la acción, un comportamiento característico de las personas gobernadas por Tamas Guna.
- bobinas: en ellas se almacena dinámicamente energía magnética siguiendo un proceso periódico de carga y descarga. Su presencia dota al circuito de la tendencia de que su corriente eléctrica esté adelantada respecto al voltaje de entrada. Así, vemos como la forma de onda la corriente eléctrica (I, en rojo) parece ir por delante de la del voltaje de entrada (V, en azul). Esto es algo que vemos que es propio de cierto tipo de personas también; las que tienden a adelantarse a los acontecimientos, una mente que va por delante de la acción, un comportamiento característico de las personas gobernadas por Rajas Guna.
En el circuito electrónico de corriente alterna RLC hay una resistencia, un condensador y una bobina. Al resolver las ecuaciones matemáticas que subyacen a la leyes físicas que gobiernan este tipo de circuitos emerge un hecho muy relevante: hay una frecuencia específica para la que se compensa exactamente la tendencia del condensador a provocar que la corriente se atrase respecto al voltaje de entrada y la de la bobina a adelantarla, para cualquiera que sea la capacidad de estos componentes de almacenar respectivamente campos eléctricos y magnéticos.
Este concepto de llenar un contenedor energético con la energía que se extrae simultáneamente de otro sin derrame energético alguno en el proceso está perfectamente ilustrado en la carta del Tarot de La Templanza, la cual precisamente esconde una de las claves para que la energía Kundalini pueda alcanzar el chakra del corazón, Anahata, la esfera cabalística de Typheret, encumbrado en la cual uno/a está listo/a para apreciar y deleitarse con la Belleza de la Vida.
Este es el fenómeno de resonancia por el que la bombilla llega a alumbrar al máximo según el valor que adquiere el coeficiente de autoinducción de la bobina en el vídeo de arriba, en función de que el núcleo ferromagnético se introduzca más o menos en su interior, al punto de llevar el sistema a su frecuencia de resonancia.
En LA NUEVA CIENCIA DE LA ANALOGÍA defendemos que un proceso equivalente es el que conduce a la elevación de la energía Kundalini a lo que denominamos la Cima de la Montaña de la Luz. La equivalencia la encontramos al asociar al segundo chakra la conducta de un condensador eléctrico (principio proyector o masculino; generación de campo eléctrico), al tercer chakra la de una resistencia eléctrica (pureza, entrega, estructura interna propiciadora de una baja resistencia), y al cuarto chakra la de una bobina (principio receptor o femenino; generación de campo magnético).
En LA NUEVA CIENCIA DE LA ANALOGÍA defendemos que un proceso equivalente es el que conduce a la elevación de la energía Kundalini a lo que denominamos la Cima de la Montaña de la Luz. La equivalencia la encontramos al asociar al segundo chakra la conducta de un condensador eléctrico (principio proyector o masculino; generación de campo eléctrico), al tercer chakra la de una resistencia eléctrica (pureza, entrega, estructura interna propiciadora de una baja resistencia), y al cuarto chakra la de una bobina (principio receptor o femenino; generación de campo magnético).
Muy interesante este tipo de comparaciones o analogías entre la Física y el Yoga
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